El jurista Leonardo Jaquez arremetió en la mañana de hoy contra los empresarios del CONEP tras estos anunciar el día de ayer que aportaran RD$263 millones para contribuir en la lucha contra el coronavirus en la República Dominicana.
“La ayuda, en la que han participado también empresas como INICIA, CCN, Grupo Martí, CEPM y Humano, se canalizará a través del Gobierno dominicano, que a su vez la distribuirá entre las comisiones de alto nivel, especialmente la de Prevención y Control del Coronavirus, que están enfrentando esta crisis sanitaria”, indicó el núcleo empresarial en un comunicado de prensa.
Al respecto, el jurista calificó como «aporte miserable» el monto anunciado por los empresarios del CONEP para enfrentar la mayor crisis de salud sufrida por la República Dominicana en mas de un siglo.
El jurista recordó como el actual gobierno le ha concedido «a los empresarios del CONEP» exenciones y subsidios superiores al trillón de pesos en los últimos años. «Hablamos de la clase empresarial mas parasitaria de todo el continente, la mas auxiliada, la mas subsidiada, la mas tolerada, la que tiene postrado el valor del salario promedio nacional a lo que se ganaba a principios de los 90», dijo.
Señaló que el gran aporte que debería hacer el CONEP es permitir que la clase trabajadora dominicana acceda a los ahorros acumulados en los fondos de pensiones. «El mayor aporte que pudieran hacer los empresarios del CONEP es permitir que la gente pueda acceder a su dinero, a sus ahorros, a sus esfuerzos y sacrificios de años, no mantener secuestrado mas de $600 mil millones de pesos que usan para mantener aceitada su maquinaria empresarial incapaz ni siquiera de generar empleos de calidad con sueldos dignos en la República Dominicana», planteo.
Cito como la ANEP en El Salvador, que viene siendo la CONEP dominicana, en vez de asumir su compromiso social en tiempos de crisis con su pueblo, no quiere pagar con su dinero el salario de los miles de trabajadores sino que procura que sea la propia clase trabajadora la que financie los salarios que devengaran mientras dure la cuarentena, a través de un subterfugio interpretativo cabildeado en el congreso nacional para que amparados en las prerrogativas establecidas en la ley de seguridad social de allí se desembolsen recursos a los trabajadores bajo la falsa premisa de que estan «incapacitados», cuando no es así. «Me explico, en El Salvador, al igual que la ley de seguridad social 83-01 nuestra, estan establecidas una serie de condiciones mediante las cuales el trabajador puede acceder a subsidios económicos bajo un estado de «incapacidad laboral», como por ejemplo embarazo, enfermedad o accidente laboral, entre otras condiciones, lo cual no se cumple bajo el estado actual de cuarentena en el que se encuentra aquel país que obliga a la clase trabajadora mantenerse encerrada en sus hogares a pesar de que tiene buen estado de salud y las condiciones físicas necesarias para continuar desarrollando sus labores», dijo.
Y prosiguió: «cito el caso de El Salvador para que tengamos una idea de la naturaleza perversa de la clase empresarial en países como el nuestro con sistemas políticos corrompidos, débiles instituciones democráticas y precaria capacidad ciudadana para interpretar los tiempos».
Recordó como por años ha venido abogando por el fortalecimiento de las instituciones públicas y adecentamiento de los servicios básicos como la sanidad, educación y seguridad ciudadana. «Nos llegó el coronavirus en uno de los peores momentos de nuestra historia, con un presidente desmoralizado, instituciones sin credibilidad, desborde demográfico, inestabilidad política, quiebre democrático, bajo índice de desarrollo humano, altos niveles de inseguridad ciudadana, y un partido oficialista en campaña política con la soga en el cuello», afirmo.
Por último, el también comunicador abogó porque todos los sectores de la vida nacional contribuyan con el gobierno nacional en la implementación de las medidas precautivas establecidas en los protocolos internacionales con las cuales se procura reducir a mínimo los contagios y por via de consecuencia las pérdidas fatales de vidas humanas.
